Cual bestia fiera marca una distancia que nunca debemos rebasar y que por otro lado nos atrae y fascina. Caprichosa para los que viven de ella. Impredecible para los que no. Si queremos degustar sus frutos, debemos estar preparados para soportar sus espinas. Así lo decidieron los dioses. Toca esperar. Son tiempos de resignación.
Violencia estremecedora que se convierte en instantáneas hermosas. También en accidentes y destrozos materiales. A veces quita lo que antes quiso dar. A veces da porque después quitará. No es más hermosa cuando se torna tranquila. Ni menos cuando ruge sin piedad. Es la misma. Es su naturaleza. Es la mar.
Cuando al fin podamos salir de pesca con ciertas garantías, nos reiremos de toda esta espera.
ResponderEliminarSaludos
Muy buenas Josiño!!!
ResponderEliminarCon un poco de suerte, cuando podamos pescar, igual hasta lo agradecemos. Quien sabe, tal vez este parón traiga consigo una mayor actividad posterior.
Un saludo compañero.
Aúpa Urbano, que razón tienes, una semana llevo sin poder ir y que larga se hace la espera, je,je,.
ResponderEliminarSeguro que estos parones obligados de la flota nos darán alguna alegría cuando se acabe la espera.
SALUDOS.
Muy buenas Cesar!!!
ResponderEliminarYo así lo espero. Son muchas la toneladas de pescado que se están dejando de sacar por estos temporales. La lógica apunta a que debería de notarse. A ver si hay suerte.
Saludos.
Cuando la mar se pone furiosa,no hay más remedio que esperar a que se calme y en esas calmadas,es cuando hay que aprovechar para ir a pescar.
ResponderEliminarMientras,cuando estemos en la orilla,hay que respirar bien y llenarnos de ondas alfa,producidas por las olas.
Saludos
Muy buenas Gelín!!!
ResponderEliminarClaro que si. Cuando no se puede pescar, hay muchas otras formas para poder disfrutar de la mar. Y una de ellas, sin duda, es la que tu mencionas.
Saludos.